En este momento comienza tu transformación, en tu mente hay muchas cosas, emoción, miedo, incertidumbre, no te agobies, esta etapa debe disfrutarse, aunque traiga también malestares, tu cuerpo comenzará una serie de procesos y el  útero prepara el lugar donde recibirá a tú bebé, un ser que promete cambiarte la vida.

Alojar una vida no es cualquier cosa, es de suma importancia tener los cuidados adecuados para llegar a término sanamente y con el mejor de los pronósticos para ti y tu bebé. 

Los primeros 3 meses son cruciales en el desarrollo del embrión, y muchas solemos dar la noticia a los familiares cuando ya ha pasado este tiempo. Los malestares varían mucho dependiendo de cada mujer, pero existen algunos síntomas de los que no podemos escapar, solo a la intensidad con la que se sienten, por ejemplo:

  • Náuseas
  • Vómito
  • Mucho sueño
  • Dolor de espalda
  • Dolor de pezones
  • Dolor de cabeza
  • Ganas de orinar constantemente
  • Hinchazón de pies
  • No poder dormir bien
  • Cansancio
  • Antojos
  • Acidez
  • Agruras

Estos síntomas se pueden neutralizar para pasarla mejor, en mi caso las náuseas las calmaba comiendo almendras y plátano, el dolor de espalda con muchas almohadas al dormir o sentarme, algunos síntomas de esta lista no los padecí en el primer embarazo, pero en el segundo sí.

Cada mujer es diferente, en salud,  historial clínico y hábitos dependerá como la pase durante el embarazo. Los cambios exteriores se notan con el paso de las semanas cuando aparece la pancita, pero desde el momento de la concepción tu cuerpo se ha ido transformando interiormente, moviendo tus órganos para dar espacio a la nueva vida que se está formando.

Es importante documentarse sobre todas las dudas que tengas, en la actualidad es más fácil encontrar información de cada etapa que vives en tu embarazo, pero no olvides consultar a tu médico o ginecólogo para mayor seguridad.

La alimentación, buenos hábitos y salud emocional serán la clave para que pases esta etapa más tranquila, disfrutando este proceso, porque te sentirás muy bien.

Procura estar rodeada de cosas positivas, lo que comes, ves, lees y escuchas, recuerda que somos lo que consumimos y todo eso se queda en tí, en tu cabeza, en tu cuerpo.

Te convertirás en madre y durante la espera puedes reflexionar muchas cosas, pero no te presiones con querer resolverlo todo, aunque tengas todo planeado, la maternidad se aprende sobre la marcha, al conocer a tú bebé sabrás poco a poco lo que necesita y estoy segura que podrás dárselo, el instinto maternal se desarrolla y las decisiones se toman una y otra vez desde este momento que está creciendo dentro de tí, tú decides si vas a tus chequeos mensuales, si comes saludable, si haces un poco de ejercicio, si fumas, si consumes alcohol, porque sabes que de ti depende y seguirá dependiendo durante unos años las decisiones que tomes sobre tu hijo(a).

Ser mujer es hermoso, pero llegar a esta etapa de poder dar vida es lo máximo, como he mencionado muchas veces estas diseñada para esto y la naturaleza es sabia, es sorprendente todo lo que pasa en tu interior y cuando llega el momento no puedes creer que de tí haya salido ese precioso ser, te llenas de amor, te llenas de esperanza, te salen fuerzas de no sabes donde, pero las tienes para salir adelante por tu hijo(a), lo quieres cuidar, defender y proteger toda la vida.

Así que, ¡ánimo!  que tú puedes, no tengas miedo, el parto es la mejor de tus citas, donde conocerás a tu gran amor, prepárate para ese momento de la mejor manera y descansa lo más que puedas durante tu embarazo, porque debo decirte que es cierto que no volverás a dormir igual, pero si despertarás viendo una hermosa carita que te dirá Mamá.

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