Serás madre toda tu vida y los cambios que experimentas son constantes en cada etapa de tus hijos. Pero por el momento sólo hablaré de las primeras transformaciones desde que estás embarazada.
Claro que cada mujer es diferente y puede experimentar de manera particular cada etapa, incluso no padecerlas tanto, debido a su estado físico y emocional.
Durante el embarazo además de subir de peso, la notable pancita, las náuseas, vómitos, mareos, se hacen presentes los antojos, la sensibilidad de los dientes, la hinchazón de los pies, los senos se llenan de leche y los sentimientos están a flor de piel. El cabello crece más bonito, la piel se ve radiante, con buenos cuidados (aceites y evitando rascarse) no aparecen estrías tan notorias.
Internamente se experimentan un mar de emociones, felicidad, miedo, incertidumbre, días que tienes mucha energía y otros que no quieres levantarte, entre más avanzado está el embarazo más cansado es, más incómodas son las noches, más pesado es bañarse, caminar, realizar actividades.
Se acerca el día, tú cuerpo lo sabe, comienzan las contracciones de Braxton (contracciones previas), esas que asustan, pero preparan el momento, las que tendrán cesárea son programadas, mientras que las que vivirán un parto natural esperan las señales.
Ocurre, las contracciones van aumentando en frecuencia y tiempo, comienzas a dilatar, estas lista, traes al mundo a ese bebé que esperaste durante meses. Es algo asombroso ser testigo y partícipe del milagro de la vida, el corazón palpita más fuerte, ¡gracias, gracias, lo logré!, es mi bebé repites muchas veces.
No le quitas la mirada de encima, quieres saber si está bien, te lo llevan para que lo alimentes y suspiras. Es el momento que soñaste, lo tienes ahí junto a tí, te lo pegas al pecho, ambos tienen que aprender muchas cosas para establecer correctamente la lactancia.
No sientes dolor de tanta emoción, hasta que regresas a casa y los muchos nuevos cambios llegan de repente, no duermes bien, la lactancia es complicada, te sientes abrumada, todos quieren conocer al bebé, te dan muchos consejos, tu cuerpo trata de recuperarse, de regresar todo a su lugar.
Te vas adaptando a la nueva rutina, vas mejorando y aprendiendo, tu instinto de madre se va desarrollando y buscando lo mejor para tu hijo, estás cambiando.